Se les ha dicho constantemente que nada termina, todo se transforma.  En el caso del homenaje al día de los muertos, es preferible tener la voluntad de que muera en ustedes la ignorancia y el nacer en la sabiduría, que abran la mente y el corazón para entender las verdades absolutas, que no se cierren a las cosas nuevas que lleguen a sus vidas, porque siempre es tiempo de seguir aprendiendo.

Es importante que sepan que nadie se va para siempre, solo el cuerpo material se destruye, pero las cosas maravillosas que deja el alma del cuerpo que se fue quedarán por siempre.

El homenaje verdadero en cualquier fecha es el amor a los demás, y así saber que todos somos parte del todo.  Es innecesario pensar en los demás como seres separados de nosotros.  Todos somos uno.  Festejen siempre con un: ¡Feliz unidad! ¡Feliz unidad en el amor, en el  perdón, en la verdad y en la armonía! Y esto solo puede ser el resultado de tener conciencia  de esta realidad.

Somos eternos, nadie muere ni morirá jamás.  Dios está dentro de cada uno de Uds.,  ¿como pues podría morir un ser en el cual vive Dios, si El es eterno por los siglos de los siglos?

Sientan en su corazón el amor del Profundo Dios del Universo y así superarán todo lo que aparentemente es doloroso.  Al principio no será fácil, pero repitan constantemente en su interior que Dios mora en ustedes y que Dios es fuerza e inteligencia infinita.  Repítanlo hasta el cansancio y les aseguro los resultados.

Los amo desde la luz...

OXALC