Regresar

COMPARTELO EN

HIPERTENSIÓN: EL ENEMIGO SILENCIOSO

Dr. José Luis Berdonces

Doctor en Medicina

Médico naturista

ESPAÑA

 

Existen numerosos síntomas que pueden ser desencadenados por la hipertensión; sin embargo, no hay que fiarse, ya que muchas veces las crisis hipertensivas no presentan ningún síntoma. Estas son algunas de las manifestaciones a considerar: 

 

Dolor de cabeza. Muchas veces localizado en la coronilla, suele ser peor por la mañana y mejorar poco a poco a lo largo del día. A veces no se siente como dolor, sino como sensación de pesadez en la cabeza. 

 

Inestabilidad. A veces, sentida como mareo, como estar “ido” o despistado; otras, se escucha como si pasara agua por el oído. 

 

Fotopsias. Con este nombre complicado se denomina la presencia de luces o moscas en la vista.

 

Hemorragias. Uno de los riesgos más graves de la hipertensión es la hemorragia cerebral, aunque por lo general suelen producirse antes pequeñas hemorragias significativas, como las hemorragias nasales o de la conjuntiva ocular. No es extraño tampoco encontrar sangre en la orina, a veces microscópica, y otras macroscópica (en cuyo caso se tiñe de rojo o rosado). 


 

La clave es la alimentación

La llamada dieta estándar occidental, caracterizada por ser pobre en fibra y excesiva en proteínas, grasas saturadas o modificadas y sal, es nociva en el desarrollo de la hipertensión. Existen algunos consejos dietéticos básicos para prevenirla y controlarla: 

 

Reduce el consumo de azúcar. Sobre todo, de la blanca. El azúcar integral o de caña tampoco conviene, pero se puede consumir en cantidades moderadas. Es mejor optar por miel o melaza sin abusar, especialmente en caso de sobrepeso u obesidad. El azúcar estimula la retención de sodio, y ejerce un efecto directo sobre las hormonas del estrés.

 

Aumenta la proporción de grasas poliinsaturadas. Consume más grasas vegetales como el de aceites vírgenes, frutos secos y palta. Conviene aumentar los alimentos ricos en omega 3 y omega 6.

 

Elimina las grasas trans. Se usan en numerosos productos envasados y no tienen colesterol, por lo que durante años se han recomendado como complemento dietético para el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares, pero hoy en día se sabe que son nocivas, que a pesar de no tener colesterol lo suben, y que fomentan la arterioesclerosis y el endurecimiento arterial que causan  la hipertensión.

 

Reduce la sal (sodio). Es lo primero que se recomienda controlar, pues la célula dispone de un mecanismo llamado “bomba de sodio” muy importante para el metabolismo celular y el desarrollo de la hipertensión. Muchos de los fármacos diuréticos usados para tratarla tienen la función de eliminar el exceso de sodio del cuerpo. A menor consumo de sal, menor necesidad de diuréticos y otra medicación antihipertensiva. Pero el sodio no solo está en la sal, sino en muchos otros productos como el bicarbonato de sodio o el glutamato mono sódico, usado como potenciador del sabor.

 

Hay que ser cuidadosos al leer la etiqueta de los productos envasados a fin de no consumir sodio sin saberlo.

 

Aumenta el potasio en tu dieta. Mientras que la célula humana tiene la bomba de sodio, en la vegetal existe la bomba de potasio, presente en plátanos, uvas, naranjas y otros cítricos; también lo contienen muchos cereales, verduras, hortalizas y frutas. Si se toma medicación diurética para la hipertensión, puede existir déficit de potasio, entonces, estos alimentos deben consumirse con mayor frecuencia.

 

Ingiere alimentos alcalinizantes. Los caldos vegetales con apio y cebolla pueden tener un elevado efecto alcalinizante; también los jugos de frutas y verduras como el de apio recién licuado. 

 

Reduce la cafeína. Especialmente el café, pero también el té, el chocolate y las tisanas como la de romero.

 

Sigue una dieta hipocalórica. Si tienes sobrepeso u obesidad. El aumento de masa corporal no solo hace laborar más al corazón, que debe ejercer más presión para distribuir correctamente la sangre, sino que estimula la rigidez arterial, causa y consecuencia de la hipertensión.


 

¡Esperamos que esta información te haya sido útil! 

Recuerda seguir nuestras publicaciones de salud y bienestar a través de nuestras redes sociales @biendesalud, @perezalbela, y nuestra página web www.magnesol.pe. 

 
Regresar

COMPARTELO EN