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Combate el frío y protege tu energía

El frío es un fenómeno que produce cambios drásticos en el cuerpo de los seres humanos. Además, la combinación de humedad y frío puede hacernos sentir sumamente vulnerables.

La sensación de frialdad se percibe con desesperación, porque la humedad nos hace sentir los huesos destemplados, expuestos, y algunos la consideran una experiencia extrema.

Esto lo podemos contrarrestar con el ejercicio corporal. Eliminamos la humedad (y, consecuentemente, baja la sensación de frío) entrando en calor, por la movilización y transformación de la energía interna.

Es necesario entrar en calor porque el cuerpo funciona de manera óptima a una temperatura determinada.

Hay una serie de productos naturales que mejoran nuestro sistema inmunológico y optimizan nuestras defensas contra el frío. A diferencia de la papa, que da frio, el chuño da calor porque no contiene agua. Coman mote, choclo, camote, manzanas al horno, frutos secos. Quítenle agua a la comida. Gratinen los tallarines en invierno, porque la digestión es más lenta por el frío.

Consuman arroz frito con aceite de oliva o ajonjolí crocante. Aumenten el consumo de ajo y cebolla, ingieran más zanahoria y kion para proteger los bronquios. Tomen romero para la presión baja, y perejil y chicha morada cuando esté alta.

El perejil también es bueno para los ojos y los pulmones, y ayuda a sacar el plomo del cuerpo. Consuman castañas, que contienen selenio, un mineral que ayuda a elevar las defensas.

Coman cochayuyo con papa, tarwi (también llamado cañihuaco) y chocolate de la sierra peruana, que ayuda a combatir la anemia. Tomen sopas y coman menestras.

Agréguenle a las sopas los alimentos que tienen magnesio, como el maíz amarillo, las habas, el mote o el trigo. Es importante que la comida tenga color, bastantes verduras de raíz, zanahoria. Por ejemplo, un aguadito con arroz.

Cuando nos fijamos en el mundo natural, notamos que en épocas frías los animales hibernan y se encuentran más somnolientos (las tortugas, los osos y muchos otros animales salvajes se esconden en ocasiones durante meses), y nos damos cuenta de que con el ser humano sucede igual: en invierno tiene la tendencia de abrigarse más, amodorrarse, dormirse buscando el calor.

Sentir agotamiento y sueño es signo de que el cuerpo necesita regularse. Como hay menos luz en invierno, uno debe comer y dormir más temprano.

Las enfermedades a los bronquios sobrevienen cuando nos encontramos con las defensas bajas, es decir, cuando nuestro sistema inmunológico está deprimido o debilitado. Para combatirlas, es necesario consumir una serie de nutrientes naturales. El magnesio en dosis altas, por ejemplo, es muy bueno para ello.

El magnesio es un antialérgico sumamente efectivo que debemos tomar todos los días, y también aplicarlo mezclándolo con agua para frotar el pecho y la espalda del enfermo si queremos mejorar el asma. También es necesario aumentar el consumo de kion, zanahoria, salvia con hinojo y sábila licuada con su propio jugo, y chancaca en vez de azúcar. También ayuda el emoliente y la mazamorra morada con bastante fruta y miel de chancaca.

Entre los alimentos que contienen magnesio, encontramos los frutos secos, ajonjolí, castañas, pecanas, nueces, germen de trigo, cochayuyo, berros, alcachofas, diente de león y achicoria.

El deporte es un pasaporte hacia la paz mental, la salud y es particularmente bueno para evitar el frío. Todos los animales se estiran, por lo que tienen bastante agilidad, ya que el estiramiento hace que circule la sangre y eso genera calor. Lo mismo ocurre con los seres humanos.

Como parte de nuestros cuidados, debemos usar ropa de fibra natural y cubrirnos bien. Usemos chullo porque nos tapa las orejas y evita el enfriamiento de los lóbulos de las orejas. Pongamos una tabla de triplay debajo de las camas de la casa, para cortar el frío que se filtra del suelo y las paredes. Usemos doble frazada, doble polo, para generar lo que se conoce como efecto térmico. Abríguense las pantorrillas usando escarpines de lana. Las orejas y las pantorrillas son puntos de fácil acceso para el frío. Al abrigarlas, abrigamos todo el cuerpo.

Antes de salir de sus casas hagan gimnasia, realicen un poco de estiramientos y sóbense las manos y después la barriga en círculos. A continuación, froten su cintura, masajeándose la zona lumbar con las manos por un rato. Respiren profundamente y luego sóbense la nuca y el pecho.

Consejos

  • Hagan deporte. Caliéntense, estírense, caminen primero y luego corran.
  • Masajéense debajo del pulgar y todo el cuerpo entrará en calor. En la mano existen diversos puntos de energía, y en particular uno conocido como le punto crítico, ubicado en el centro de la palma de la mano.
  • Jálense todos los dedos cuando se les baje la presión. El dedo meñique, por ejemplo, está conectado con el corazón.
  • Hagan manualidades: origami, tejer, pintar, cocinar.
  • Antes de que sus hijos salgan al colegio, háganles masajes en las piernas, orejas, manos y espalda, para que se vayan con ese calor a estudiar.
  • Cuando pasen por una puerta, dejen que pase el aire primero y luego salgan.
  • Eviten estar hablando en la calle.
  • Prendan una vela. Actúa como deshumedecedor y a la vez como relajante.
  • Respiren solo por la nariz, las vellocidades calientan el aire. Hagamos esto antes de irnos a dormir.
  • Abríguense los pies con doble media.
  • Usen plantillas de cuero para los zapatos de sus hijos, porque hay mucha humedad en el piso.
  • Complementar el abrigo con una bufanda para protegerse la garganta es fundamental. Está comprobado que el cuello abrigado da longevidad.
  • Ríanse. El humor nos hace entrar en calor, ya que moviliza y activa todo el cuerpo, además de ayudar a respirar y oxigenar el cerebro.

Si deseas obtener más consejos naturales y prácticos sobre salud, adquiere en tu librería preferida el libro “Viva sano día a día” del Dr. José Luis Pérez-Albela.

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