La rinitis alérgica es la inflamación de la mucosa nasal debido a reacciones alérgicas a sustancias como polen, ácaros, caspa de animales o moho. Los síntomas comunes son congestión, estornudos, picazón y secreción nasal.

Para controlarla, identifica y evita los desencadenantes alérgicos. Limpia tu hogar regularmente, aspira con frecuencia y mantén un ambiente limpio y libre de polvo. También puedes optar por las siguientes opciones naturales:

Bromelina. Es una enzima que se encuentra en la papaya y la piña. Es eficaz para mejorar la respiración al reducir la hinchazón.

Realiza enjuagues nasales. Usa solución salina para limpiar las fosas nasales y reducir la congestión. Puedes utilizar una solución comercial o preparar la tuya disolviendo sal sin yodo en agua tibia.

Probióticos. Los probióticos pueden ayudar a mejorar los síntomas de la rinitis alérgica. Consume yogur con probióticos, miso y chucrut.

Espirulina. Un estudio indicó que la espirulina dietética, un alga verde azulada, mostró efectos protectores antialérgicos contra la rinitis alérgica.

Ortiga. Es un antihistamínico natural para el tratamiento de la alergia. Pon a hervir medio litro de agua, cuando esté en ebullición, agrega 25 gr de ortiga y apaga el fuego. Deja reposar durante 10 minutos. Toma 2-3 tazas al día.

Quercetina. Estabiliza la liberación de histaminas y ayuda a controlar los síntomas de la alergia. Se encuentra naturalmente en el brócoli, la coliflor, el té verde y las frutas cítricas.

Vitamina C. Toma 2000 miligramos de vitamina C al día para reducir los niveles de histamina.

Y por último, practica técnicas de relajación como la respiración profunda y la meditación para ayudar a reducir el estrés y aliviar los síntomas.