Dr. José Luis Pérez-Albela

Médico cirujano

Médico naturista

El masaje puede disolver los depósitos de desechos en los músculos y estimular la circulación.

La tensión muscular derivada de la actividad diaria, de algún movimiento brusco o del estrés, contribuye a la fatiga y al dolor muscular, ya que comprime las fibras nerviosas de los músculos. 

La contracción prolongada interfiere en la eliminación de los desechos químicos de los músculos y los tejidos circundantes, lo que puede ocasionar dolor nervioso y muscular frecuente. Si no se tratan adecuadamente, estas tensiones tienden a convertirse en patrones crónicos de estrés.

Además, puede ocasionar dolor en otras partes del cuerpo. Por ejemplo, los dolores de cabeza que provienen de la tensión del cuello, hombros y espalda baja. Incluso los músculos abdominales contraídos pueden desencadenar dolores de cabeza en mujeres con problemas menstruales.

Para lo mencionado, el masaje puede disolver los depósitos de desechos en los músculos y estimular la circulación. Los desechos metabólicos acumulados con frecuencia forman “puntos activadores” dentro de los músculos. Estos últimos son áreas determinadas sensibles al tacto. Se pueden percibir como nudos o cuerdas dentro del músculo y mantienen la tensión muscular. 

La técnica Alexander

Frederick  Alexander fue el pionero de un método efectivo para reequilibrar el cuerpo a través de la conciencia, el movimiento y el tacto. Notó que una mala postura en las actividades cotidianas de las personas tales como sentarse, ponerse de pie o moverse se relaciona con serios problemas físicos y emocionales. Alexander era un actor que interpretaba obras de Shakespeare y cuando empezó a perder la voz se examinó frente a un espejo observando que en forma inconsciente y habitual movía la cabeza hacia adelante y atrás, tensaba el cuello y la garganta y aspiraba su propia respiración al hablar. Determinó que la relación correcta de cabeza, cuello y espalda es esencial para un movimiento y funcionamiento adecuado. Desarrolló una técnica que utiliza la respiración para alterar la respuesta muscular habitual y corregir esos hábitos recurrentes de tal manera que el cuerpo pueda adquirir un equilibrio y armonía en sus movimientos. Esta técnica previene la curvatura de la espalda, reumatismo, artritis, trastornos gastrointestinales y respiratorios.