Las sales de Epsom (Sulfato de magnesio), son un compuesto químico cristalino incoloro que se encuentra en la salmuera de algunas fuentes de agua mineral. Fueron descubiertas por Henry Wicker cerca de la ciudad de Epsom, Inglaterra. Los lugareños notaron que las sales de esta fuente mineral tenían propiedades curativas y comenzaron a usarlas.

Durante el siglo XVIII, las sales de Epsom se volvieron muy populares en Inglaterra y Europa. La gente las usaba para tratar una variedad de enfermedades, desde dolores musculares hasta trastornos digestivos y problemas de piel. También se convirtieron en un remedio popular para el estreñimiento y se usaban en baños de inmersión para aliviar el estrés y la tensión muscular.

Su fórmula química es MgSO4·7H2O, lo que significa que cada molécula contiene un átomo de magnesio, un átomo de azufre y cuatro átomos de oxígeno, así como siete moléculas de agua.

Algunos de sus beneficios más destacados:

·       Mejora la función nerviosa y muscular. El magnesio, es un mineral esencial que desempeña un papel importante en la función nerviosa y muscular. La falta de magnesio puede provocar calambres musculares, fatiga y problemas de sueño.

·       Alivio del estrés. Ayuda a reducir los niveles de hormonas del estrés como el cortisol en el cuerpo.

Para consumirlo, disuelve 1 o 2 cucharaditas de sal en 1 taza de agua tibia y tómalo 1 vez al día con el estómago vacío.